miércoles, 28 de diciembre de 2016

Unamuno y el sentimiento trágico de la vida

Unamuno refiere al hombre de "carne y hueso" en el principio de Del sentimiento trágico de la vida. Dice de Kant que derribó con el corazón en su Crítica de la razón práctica lo que con su mente había creado al escribir la Crítica de la razón pura. Que tuvo miedo de la muerte, de su propia muerte y por eso el cambio radical entre una y otra Crítica: "El hombre Kant no se resignaba a morir del todo. Y porque no se resignaba a morir del todo dio el salto aquél, el salto inmortal...".

La locura es veneno y antídoto de la rutina que contamina

Si no sigo una rutina me enfermaría más de lo que me enfermo en este lugar de enfermos. Salvo que la cura sea dejar de lado las rutinas. Pero la rutina me abstrae o distrae de la enfermedad que contamina. Aunque en realidad se trata de hacer algo (con o sin rutina), ocupar la mente en cualquier cosa que no deje espacio al virus del ambiente. Creo que me estoy volviendo loco.  

viernes, 16 de diciembre de 2016

Primera cábala

Yo creí que no creía en las cábalas pero desde hoy, o ayer mejor dicho, instauré una. River ganó 4-3 la final de la Copa Argentina (que da la posibilidad de jugar la Copa Libertadores 2017) contra Rosario Central en un partido muy raro, polémico, cambiante, parecido al superclásico de la semana pasada que perdimos. Empezamos ganando, nos lo dieron vuelta, empatamos, volvemos a quedar abajo hasta que el gran maestro Gallardo movió las piezas y y nos cerró la boca a todos cuando metió a Alonso y Mora y sacó a Martínez y D'Alessandro (como había hecho en el partido contra Boca y tan criticado había sido) y en dos minutos el partido cambió, empatamos y pasamos a ganarlo. Tan buen resultado dio que hasta Coudet quiso imitarlo con el mismo tipo de cambio: delantero por enganche. Lo que vio Gallardo en el segundo tiempo fue que la cancha, en un estado horrible, estaba imposible para jugar por abajo y por eso ya no tenía mucho sentido la presencia de gente que tocara por abajo. Pero la cuestión es que por primera vez vi el partido envuelto con nueva camiseta de River. Así que a partir de ahora estoy obligado a tenerla cerca, a mano, cada vez que juguemos, o por lo menos en las finales. 

Perdido en dos cuadras a la redonda

Salgo del subte perdido. Camino por una calle, creo que es Bolivar. Termino en otra, Moreno. Me pierdo. Salí en la Casa Rosada, tengo que llegar a Perú al 300, estoy mareado, no quiero preguntar mi herido orgullo de sentido de orientación me lo impide. Llego a Piedras, después a Defensa, me cruzo con el afrancesado Telerman, vuelvo a Belgrano y ahora sí, después de Defensa, de nuevo, Bolivar y después, sí, Perú. Estoy llegando tarde, voy como sonámbulo. No sé por qué ahora me molesta llegar tarde si me gusta.

Un pequeño detalle

Uno se llena de cosas, de gente, problemas, de hijos, gente a quien querer y que lo quiera a uno para olvidarse de que algún día todo se termina, de la muerte. Pero igual así y todo al final lo único que queremos es sentir algo, gente cerca, sentirnos vivos, querer y que nos quieran.

jueves, 15 de diciembre de 2016

Día de marmotas

Estoy viviendo en el trabajo el día de las marmotas. Y me está volviendo loco. Todos los días lo mismo. El mismo diálogo, el mismo odio y resentimiento, la misma mediocre conversación, los mismos lugares comunes, todo parece guionado como en un corto, una cinta que se repite y repite y repite...y repite. Una muestra:
—La culpa la tiene L., escuchaste ¿no?
—La culpa la tiene M.
—No, la culpa la tiene Paraguay. Si hubiera hecho los trabajos de desmonte no pasaría esto.
—Ah ¿lo conoces a "lo lamento"?
—Lola yo conozco tambo, ¿conocés?
—No yo no me meto con esa gente.

Paseo sangriento

Un posible caso policial. Ella va a pasear al perro sola, yo más tarde la alcanzo y encuentro en medio de un charco de sangre, sin perro.

miércoles, 30 de noviembre de 2016

Días de la semana

Miércoles, un negro día muerto entre la desesperada insolación del lunes, la agonía putrefacta del martes, la purgación expectante del jueves y la resurrección milagrosa del viernes.

Ojo y pelo

Vi a un tipo de seguridad en el subte. Esos de seguridad privada. Un ojo ciego, el derecho. Al menos parecía que era ciego, como de vidrio, nublado, gris, apagado. Como una bolita gastada de esas con las que se jugaba a "La bolita", con el opi y todo eso. 
Una chica subiendo escaleras de estación de subte. Un peinado raro. Dos colores de pelo: castaño en la raíz hasta la mitad. Rubio la otra mitad. El peinado un rodete, estilo antiguo.

Ficciondad

Cedes el paso a alguien. Esa persona pasa por delante, agradece, pero aletargando el paso de una manera alevosa. Pienso ¿es a propósito? ¿disfruta secretamente de la irritación que me provoca? Después miro, es un personaje de Stevenson.

viernes, 11 de noviembre de 2016

Flores nuevas de Federico Falco

Leo en un relato "El cementerio perfecto": "Sintió la lengua de la señorita Mahoney recorrer la comisura de sus labios. Era como una lagartija tibia tanteando el sol de la mañana"., página 83. 

martes, 8 de noviembre de 2016

Deformando palabras

El zancón de mi bagatela pastea panchurradas.
Me dudea la bagatela.
No esparrunces las molinesas.
Sé beneglorieta.

Para una traducción...usar la imaginación.



viernes, 4 de noviembre de 2016

El inabarcable mundo de los dichos

Este dicho no lo conocía: "Piensa mal...y acertarás, piensa mal dos veces y acertarás dos veces". Qué profundidad. Qué grandiosidad. Qué espectacularidad. Qué flor de pelotudez.

miércoles, 2 de noviembre de 2016

Silencio es salud

Creo haber leído o escuchado, a más de un psicólogo que el silencio no es salud. Acá, discúlpenme señores psicoanalistas, sí. El silencio es un salvoconducto, un oasis en el desierto lleno de palabras, incesantes, de clichés, lugares comunes, repeticiones innecesarias y constantes todos los días. Todos los días. Todos los días. Sí, todos los días. El gran día eterno de la marmota. Y después dicen que no es salud. Vengan acá. Vengan a este psiquiátrico infrahumano de diálogos enfermos. Es público. Atiende de lunes a viernes. Siete y treinta a trece y treinta.

lunes, 31 de octubre de 2016

Viaje de mente

En un tren a la noche, en un campo montando a caballo, bajando la escalera, nueve pisos tiene el edificio, techos altos, el ascensor funciona y en la vereda que es ancha hay árboles, no tienen hojas, son jacarandas. No es una adivinanza.
Estoy ahí y acá, sentado en el último vagón, en el piso, puede ser el primero, el piso sucio, un olor a encierro y comida pudriéndose, la luz blanca fría que resalta las machas grises en los vidrios de las puertas del tren, sudor, grasa, marcas de manos, aliento pegado.

Abuela al teléfono en el colectivo

Conversación telefónica en el colectivo de una abuela y su nieto/nieta:
—¿No fuiste a la escuela?
—¿No tenías ganas?
—Qué bárbaro... Así va a aprender, vo, pasame con tu mamá.

miércoles, 26 de octubre de 2016

Juegos y reglas

El sonido es grave, la música, esdrújula como la misma palabra esdrújula, la palabra aguda es grave, la palabra canción, aguda.

El breve espacio

El breve espacio en que no estás acá ni allá. 
El breve momento que dejas de estar acá pero todavía no estás allá.
La vida es una suerte egoísta que la muerte ajusticia.

miércoles, 19 de octubre de 2016

Aversión a ciertos colores

En un camino verde un cocodrilo azul espera el tren. Se cuida de no pisar la senda pintada de amarillo. Mejor mantenerse lejos, no sólo por un gusto personal, no solo por aversión al color. Se trata de seguir con vida. Mezclarse lo mataría, lo pondría verde. Le daría esperanzas. 

La ciudad se deforma

Busco al tiempo en los rincones de la casa.
Trabajo oscuro para un día tan soleado.
Falta comida en el almacén ruidoso.
El motor descansa, el auto no tiene nafta.
La ciudad, a veces, pasea tranquila aunque no sea domingo.
Viajar al interior cuesta más y no porque la nafta sea más cara.
La cara de mi vecino la vi dos veces en estos tres años, la tercera lo vi de espaldas.
Jugar al fútbol convulsiona mi estómago.
Un mal trago, mejor rápido. 
¿Las avenidas se ensancharon antes o después de que el flujo de autos las colapsara?


Escucha cotidiana de una escucha radial

Algo que alguien me dijo que escuchó en una radio: "Las personas inteligentes experimentan altos niveles de creatividad y por eso se les dificulta dormir a la noche".

miércoles, 12 de octubre de 2016

Norteamericanos son yankis y no jodan más

Siempre me jodió y es algo que no puedo soportar cuando hablan de los yankis como americanos, no lo entiendo. Porque encima la gente hace sonar el "americanos" diferente, con un aire de importancia. No es como decir sudamericano que suena a sudaca, a cloaca. Americano suena a capucchino. Y no sé si me molesta más que a muchos no les moleste. Un poco de dignidad, por favor, de pertenencia y apropiación. Que nos devuelvan el americanismo por lo menos. Se merecen el despectivo yankis. Está bien, de última, si patalean mucho, norteamericanos y que se arreglen con los canadienses. Yo les voy a seguir diciendo: fuera yankis. Y si por las dudas algún espía secreto imperialista está leyendo esto no se preocupe, estoy muy lejos de simpatizar con el Isis.

Frases motoqueras

Frase en la calle. Dos tipos en una vereda, sentados en el escalón de la entrada de un edificio. Uno le dice al otro: "Es fundamental...tenés que conocer a tu moto más que a tus propios calzoncillos". Con demasiada gravedad, sin ningún atisbo de ironía. 

viernes, 7 de octubre de 2016

Veteranos de Guerra de Malvinas

Afuera en el palacio de Tribunales están los veteranos de Guerra de Malvinas. Mucho ruido, petardos. Me acuerdo de entrevistas a ex-combatientes que en la época de fin de año al escuchar fuegos artificiales decían que instintivamente buscaban un lugar donde esconderse. Acá, ahora, no dejó de escuchar petardos.

miércoles, 5 de octubre de 2016

La psicopatía enaniza o el enanismo psicopatiza

Una persona que se puede soportar apenas un segundo y gracias. Podría caerte, en una de esas, simpáticamente enfermo. Parecerte, incluso, minuciosamente particular; lo que, a veces, se dice un personaje. Atendiendo además a su risueña corta estatura que le da aspecto de enano de jardín o maligno duende avaro. Puede alguien cultivar esas amistades vacuas y siempre interesadas u obligadas, que en breves diálogos no se alejan de lugares comunes, de frases hechas, repetidas día tras día tras día como un ritual. El propósito de todo ritual es fijar en la mente algo para que nadie pueda venir después a contradecirlo. Ni la realidad, ni otras personas, pero, sobre todo, ni siquiera uno mismo. Cualquiera rasca, hay una cáscara vacía, no hay más que eso, palabras incorpóreas. Como la ostia. Como las frases que uno está obligado a repetir en una misa. Neuróticos estímulos, psicóticas actitudes de una persona que nunca hace otra cosa más que espamento, alharaca. Humo, puro humo y actuación, un repetido papel que recuerda a El día de la Marmota pero al revés. En vez de ser el protagonista quien se da cuenta que vive una y otra vez el mismo día es el resto de la gente. Él cree que todos los días son una aventura sin igual, o quizás que todos los días presentan un desafío, una batalla, como si el peligro acechara en cada esquina de la ciudad y aferrarse a las mismas frases dichas una y otra vez, exactamente las mismas palabras y el orden que facilita la dicción, le permitieran sobrevivir, anclarse en un presente absoluto y protegido. Como si las frases repetidas lo acunaran como, tal vez, nunca lo hizo su madre.

lunes, 3 de octubre de 2016

Mirada pública

Alguien camina, cruza la calle, habla por teléfono y con la mano que tiene libre gesticula, como si le explicara o mostrara a la persona con la que habla lo que quiere decirle. Levanta el brazo, abre y cierra la mano. Me acordé de la canción para chicos...le faltó guardarla.
Unos balcones parecen injertados en el frente de una casa. La pared de ésta está despintada, de un color que parece por un momento como el ladrillo, pero es casi un manto de color marrón. Los balcones blancos. Y sobre una ventana, donde no hay balcón, un toldo verde viejo, de local. Todo parece abandonado.
Un mosquito se perdió en este frío invernal.

viernes, 30 de septiembre de 2016

Pregunta de ignorante nada más

¿Un visitador médico es un médico frustrado como un periodista deportivo es un futbolista frustrado?

jueves, 29 de septiembre de 2016

El infierno es el otro de sí mismo y la vida y muerte del Diógenes enano

"El argentino olfatea algo, especula y acapara", lo dijo un enano que trabaja en una dependencia pública y tiene guardadas quinientas resmas de hojas (no exagero) en la oficina. Con suerte debe usar una al mes. Quinientos meses da algo así como más de cuarenta y un años y medio. Si tenemos en cuenta la humedad, el paso del tiempo que roe las hojas más que cualquier otra cosa, el encierro (porque están ocultas y bajo llave para que nadie se haga el vivo y se las robe) al principio, tal vez, se peguen un poco entre sí, tiempo después el mismo envase que las protege se empezaría a romper y las hojas quedarían al descubierto estropeándose, decolorándose, amarillentándose. En fin, irían a parar al Museo de la basura con una imagen representativa de Diógenes, el enano de la dependencia pública. Y una breve nota explicativa: Vivió y se enquistó atornillado a una silla que le dejaba los pies en el aire mientras creía albergar un solemne estrado. Murió rodeado de hojas muertas, hinchado de odio mientras, ya jubilado, intentaba llevarse a su casa las resmas acumuladas, los broches tamaño diez, los sobres oficio, los sellos, la tinta de los sellos (cincuenta frascos) entre otros dos mil artículos de librería que nunca usaría y el flete en el que viajaba chocó con, la tragedia es irónica, un camión de basura.     

miércoles, 28 de septiembre de 2016

Entiendo más el japonés que el chino

"Escuchar las desgracias de la gente es como aceptar dinero. Las cosas jamás acaban ahí. Porque debes asumir la responsabilidad de haber oído lo que has oído". Una genia Banana Yoyhimoto. No puedo evitar acordarme de otra escritora ajaponesada, Amelie Nothomb y su frases-perro: "Cuando me hacen declaraciones de este tipo ("deseo existir para usted"), no se muy bien qué efecto me producen: una mezcla de emoción e inquietud. Para comparar esas palabras con un regalo: es como regalar un perro. El animal te emociona, pero al mismo tiempo piensas que vas a tener que ocuparte de él y que no habías pedido nada parecido. Pero el perro sigue ahí, con sus ojitos de perro bueno, piensas que no tiene la culpa, que ya le darás las sobras de las comidas, que será fácil. Trágico error, inevitable, sin embargo.".    

martes, 27 de septiembre de 2016

El celular, el traje de cancha y un testigo de Jeová

La gente abraza/mos el celular como si fuera un cachorrito.
Un tipo de traje, impecable, imitación Cholo Simeone come una hamburguesa de cancha, en el furgón del tren.
Aparece un adventista o un testigo de Jeová perdido un día de semana, parece colombiano o peruano o no sé de qué país y vaticina un terremoto en el centro de la Tierra. Pero, por suerte, según dice, no va a afectar a la Argentina. Y habla de política. Dice que hay que apoyar a Cristina, Scioli, Zanini y buscar la salvación en el evangelio y se va, y creo que se olvida de pedir plata.

lunes, 26 de septiembre de 2016

Director de orquesta

Un jefe, con problemas de altura, de una dependencia pública. Mira y habla con gesto de superioridad y aprueba a un empleado. Con el gesto congelado de satisfacción de un director de orquesta mientras dirige a los músicos.  

domingo, 25 de septiembre de 2016

El tiempo se me va

Hace unos días venía pensando en la pérdida del tiempo, que lo único irrecuperable son los días. Que el tiempo pasa, que se nos pasa todo el tiempo. Leo en los Diarios de Cheever: "No tengo tiempo que perder, pero pierdo los días."

viernes, 23 de septiembre de 2016

El hilo de garganta

Siento que la garganta se corta, que pende de un hilo. Que se cierra como si alguien estuviera acogotándome, todo se comprime y cada vez que toso se rompe un poco más el filo. La noche que tan placerable es ahora se me hace insoportera. La tos de noche no me deja dormir. De día me distraigo. Y a la tarde me confundo las palabras. 

miércoles, 21 de septiembre de 2016

La bufanda correa o la difunta Correa

Hay gente mortalmente rara en Retiro. Una señora con frío que usa su bufanda para atarla a la cintura de su hija (o nieta, o sobrina...) y así no perderla, supongo.

martes, 20 de septiembre de 2016

Furgón de tren

Dos bicicletas colgadas en los ganchos, una azul y amarillo (horrible), la otra bordó (ahí mejora). Un señor sentado en los barrotes que sostienen las ruedas de las bicicletas para que no bailen al compás del tren. Apoya el mentón en su puño izquierdo, el codo en el muslo. En la otra mano tiene una bolsa que parece contener un paquete de yerba. Confirmado, tiene un paquete de yerba. Taragui. Ahora con el dedo índice empuja la nariz hacia arriba. Atrás suyo, otro señor, parado, tiene una nariz que forma un triangulo rectángulo isósceles casi perfecto. Al lado de su cabeza un cartel de "No fumar". En la otra punta hay otro, señor, con una bufanda marrón y blanca. El de nariz triángulo buscó su bicicleta, el que estaba sentado en los barrotes también. Parecen estar juntos aunque no se hablan. El de la bufanda sigue en la misma posición, entrecerrando los ojos como si estuviera viendo el fondo del vagón (que es el principio).  
Llegan unos músicos, percusionistas. Suena a algo brasilero. Se presentan, el que habla es argentino. También suena a candombe uruguayo. Una mujer entra marcando el paso, como granadero, ahora come garrapiñadas. El de la bufanda marrón y blanca, que miraba hacia el principio del fondo del tren sigue entrecerrando los ojos (creo que los tiene así, achinados) no sé qué mira, a dos metros tiene la puerta del tren. 
Ahora una mujer parece esperar en la puerta la siguiente parada. Tiene le pelo largo negro en la parte de arriba, después un tono más claro entre marrón y naranja en el medio y, al final, rubio.

lunes, 19 de septiembre de 2016

Veo la hora en un teléfono descompuesto

Pienso en los VHS y en las marcas en la pantalla. En los relojes que ya no uso y creo que ya nadie usa. En las cosas que el paso del tiempo borra como si nunca hubieran existido. En el teléfono de línea, en el yo-yo, en el desencuentro y el sabor del encuentro, en que antes odiaba el celular y ahora, como antes, adoro llegar tarde, aunque no tenga excusa porque vi el mensaje, sabía a qué hora era y mi última conexión me delata.

jueves, 15 de septiembre de 2016

Trabajo de noche

Puede verse claramente el reflejo de la luz roja, verde del semáforo sobre el blanco manchado y cuadriculado de las baldosas sobre Talcahuano. Suele ser más rojo que verde. Nunca amarillo. Llegar al trabajo y que todavía sea de noche. Para todo lo demás existe...

miércoles, 14 de septiembre de 2016

La soledad del teatro animal

Venía en el auto pensando si había guardado el fiambre en la heladera o no. Y pensé o imaginé que si lo había dejado afuera, el gato podría tratar de sobornar a la perra, gozarla preguntándole si quería que le diera la feta de queso o la de jamón. La perra desesperada siguiendo con los ojos la feta de fiambre de un lado a otro. Y el gato pasearía con la feta de queso, la usaría de capa, transformándose en supercat, mientras la perra no le sacaría los ojos de encima y serían estrellas de un teatro real e imaginario.  

martes, 13 de septiembre de 2016

El no ciego que no ve

Vuelvo del trabajo, salgo del subte en Retiro, cuando estoy por subir a la escalera mecánica veo a un ciego perdido. Realmente perdido. Porque hay ciegos que no sé si porque pueden ver aunque sea sombras o tienen mejor sentido de la orientación, más experiencia en no ver, o por alguna razón (incomprensible o no) se hacen los ciegos pero ves que van derecho, muy seguros de a donde quieren llegar. Me sentí mal por no parar y ayudarlo. Por darme cuenta y no dar un paso atrás. Pero me olvidé y dejé llevarme por la velocidad, porque se me iba el tren. Y sé que no sirve de nada darse cuenta de eso y no hacer nada. Como tampoco verlo y lamentarse o llevárselo puesto como si uno mismo fuera el que no ve, el que no mira y no entiende nada.

lunes, 12 de septiembre de 2016

El contagio del bostezo y de la risa

Dicen que el bostezo es contagioso. Hoy a la mañana en el tren lo comprobé cuando miré a una chica que bostezaba, y bostecé. O quizás fue por casualidad. A esa hora es muy probable que bostezara cada dos minutos. Dicen lo mismo de la risa pero no es cierto. Por lo menos acá en el trabajo no. Se ríen, pero no me contagio. Debe ser que es falsa, vacía, una risa enferma, de gente enferma, de un modo mentalmente enferma, pero no de loco sino más bien de psiquiátrica, de enferma mental en el sentido de algo tóxico, de un veneno que corroe aunque uno haga lo posible por ignorarlo. Y como puedo evitar mirar, por suerte, pero no oír es que no puedo confirmar que el bostezo sea contagioso. Eso sí, la risa no lo es. 

viernes, 9 de septiembre de 2016

La plaga de los chinos

Si un escritor holandés habla de "el chino" refiriéndose a los supermercados chinos (salvo que sea una traducción argentinizada y en vez de supermecados chinos sea...qué se yo supermercados bengalíes en Holanda, como indios (Apus) en Estados Unidos) estamos al horno, mundialmente invadidos por chinos. El "voy a comprar al chino" extendido universalmente. Thomése, "La voz de la sombra", p. 16.

martes, 6 de septiembre de 2016

Hijo de quién

Si dos hermanos mellizos/gemelos salen con la misma mujer y uno la embaraza ¿puede saberse con certeza quién es el padre? (Leyendo a Saer, A medio borrar).

jueves, 1 de septiembre de 2016

El amor y el vaso

Como un vaso que tomo cada día y que en el sueño, mientras duermo, se vacía. Solo espero ese momento, apenas un segundo, que lo llenes. Tal vez las mujeres no se enamoren así. Para mí que tienen un vaso sin fondo que con el correr de los días se llena más y más hasta que un día se desfonda o, finalmente, deciden tirarlo. O viene otro, el plan "b", y lo patea, y se rompe.

miércoles, 31 de agosto de 2016

El mundo imaginario de los sueños

Diálogo de un hombre y una mujer en algún lugar nocturno bajo altos efectos etílicos y de, tal vez, alguna sustancia que roce la alucinogeidad
—En un mundo imaginario, ¿tendría alguna chance con vos?
—...
—Sería un mundo soñado.
—¿No era imaginario?
—Bueno, sí...pero es lo mismo, se transformó.
—¿Qué es mejor? ¿Imaginarlo o soñarlo?
—¿Al mundo?
—Sí.
—Mmm, no sé, ¿a vos qué te parece?
—Yo te pregunté primero.
—Vos no me contestaste la primera pregunta que te hice.
—No me dejaste.
—Es que soy muy ansioso.
—Controlá tu ansiedad.
—Es difícil en los tiempos que corren.
—Y sí, si no dejan de correr.
—¿Qué cosa? ¿el tiempo o las personas?
—El tiempo nunca deja de correr.
—Bueno podría trotar o caminar o ir en cámara lenta, quién sabe cómo va.
—Si vos fueras en cámara lenta estarías controlando tu ansiedad.
—Pero te aburriría y me dirías lento.
—Sí, puede ser.

Un rato después quizás los mismos personajes y un diálogo que podría darse en algún íntimo habitáculo nocturno bajo moderados efectos etílicos y de, tal vez, alguna sustancia que roce la alucinogeidad.
—¿Dónde vamos?
—Ya fuimos
—¿Eh?
—Lo que va a pasar ya pasó.
—¿Para qué gastarnos entonces no?
—Porque tiene que pasar, lo que pasa, nada más. Es así, no hay nada que se pueda hacer al respecto.
—Si me bajo ahora no pasa nada.
—Pasa que no pasa lo que se supone ahora nosotros creemos que pasaría.
—Vivimos entonces haciendo lo que se supone creemos que tenemos que hacer.
—Vivimos pensando que todo tiene un por qué pero lo que va a pasar en realidad ya pasó.

Más tarde todavía un diálogo que podría darse en algún íntimo lugar nocturno bajo leves efectos etílicos y de, tal vez,  alguna sustancia que roce la alucinogeidad.
—Entonces, ¿voy más rápido?
—No, así está bien.
—¿Así cómo?
—Así, lento pero no en cámara lenta.
—Continuo decís.
—Claro. Y no hablés más, por favor.

Apoyos

Una señora duerme apoyada contra la ventana, en el tren. La cara le brilla, el maquillaje se nota, una capa gruesa que tapa las arrugas que todavía la señora, que no es muy mayor no puede aceptar, ver.
El pie desnudo, la pantorrilla, de una chica, pelo castaño, mechones teñidos de rubio y un jean manchado con distintos tonos entre el azul y el blanco. Ese pie desnudo, apoyado en la escalera mecánica, piel lisa,suave, de un tono naranja, dorado.

lunes, 29 de agosto de 2016

Hacé lugar

La gente en un lugar muere para que los demás puedan seguir viviendo, naciendo, reviviendo.

Santa o Satán

Sin querer escribí Satán en vez de Santa. Pensé qué locura que con las mismas letras apenas cambiando el orden de una letra se formen esas dos palabras. Me acordé de Rodari y lo de los errores que hacen que surjan ideas o cosas distintas, sí, ya sé, una boludez...

domingo, 28 de agosto de 2016

Gestos humanos

El ruido es hueco en vez de sordo.
Una mujer cuando exagera la sonrisa gira la cabeza.
Una vieja cuando se acerca a un bebé junta los brazos, como si rezara y lo toca como si fuera a romperse
Un hombre abre la boca con los dientes apretados y siempre o tiene los ojos bien cerrados o bien abiertos. Cuando están abiertos los globos oculares se salen tanto que parece loco.

sábado, 27 de agosto de 2016

Rabia, de Sergio Bizzio

En Rabia, que no está en babia, de Sergio Bizzio: "¿No pensaste que cuando vos te mueras y cuando se mueran los que te conocieron no va a quedar nada de vos, ni la memoria?" Esa es una idea, un pensamiento recurrente.

Mis compañeros de viaje en colectivo

Un adicto religioso que se la pasa murmurando, rezando un rosario. Tiene perfil de testigo de jehová pero nunca lo vi un domingo tocando timbres.
Un hombre flaco con bigote, pantalón de traje, camisa blanca, tan fina que se le ve la piel. Viaja siempre con un chico que podría ser su hijo. Y siempre que subo mira a su hijo y veo un gesto como de confirmación. Lo que me hace pensar que es un narcotraficante mexicano.
Una morocha, flaca, muy prolija a la que creo, algunos, miramos con ganas pero al saber que bordea los 40 y está desesperada por tener un hijo, no importa con quién, la sensación es de querer huir.
Una gorda rubia, mirada huidiza, víctima, creo que nunca la voy a poder ver a los ojos ni dirigirle un saludo con la mirada.
Hay un ex-convicto, tiene ojos locos, mira para todos lados. Usa siempre remeras que le quedan grandes. A pesar de que él es muy grande. Como si hubiera adelgazado en la cárcel. 
Una señora grande que busca temprano en el kiosco los últimos crucigramas no puede dejar de hacerlos mientras viaja y putea cuando el colectivero agarra un pozo o frena de golpe.
El colectivero, un gordo, morocho que, por lo general, va lento mientras revisa su celular, contesta mensajes y en la parada donde está la verdulería siempre se prepara para cargar a uno de los verduleros que descarga cajones, hincha de River.
Un hombre grande, pelado, de saco y camisa, sin corbata que siempre lleva bajo el brazo el diario y se sienta en el cuarto asiento de la fila de uno.
Un mozo de "La Farola" que podría ser pariente del Chapo Guzmán sube y en voz alta dice: "Buen día". Un día me habló y ahí me enteré que era mozo de "La Farola" y no un narco mexicano y cosas que ya no me acuerdo. Pero yo desconfío tanto de los que levantan la voz como de los que hablan tan bajo que no se les entiende nada. Lo que me lleva a pensar que no todos los mexicanos son narcos, pero eso sí, todos tienen bigote.

lunes, 22 de agosto de 2016

No todos tienen lo que merecen

Si yo soy un mal tipo y por eso merezco algo tan malo como lo mismo que hago a los demás...¿los demás lo merecen? Si les tocara padecer el mal que les hago, más que un mal tipo sería una especie de justiciero moral, un Robin Hood que hace el mal a unos cuantos malos tipos para equilibrar las cosas. Pero entonces yo sería un buen tipo. Y algo narcisista aunque igualmente valdría. Pero siempre está la posibilidad tan común de que cualquier hijo de puta suelto cague a alguien que no lo merece. 

sábado, 20 de agosto de 2016

La muerte en las décadas

A los 10 la imagen de la muerte era, para mí, una nube. A los 20 algo tan lejano que no existía. A los 30 algo real y triste. A los 40 la supongo tan real que desespera un poco más. Soñé que tenía cerca de 100 años y resistía. Y no quería morir y tenía la esperanza de cumplir el sueño de ser eterno. Algo parecido a cuando veo por enésima vez una película que me gusta y me olvido de cómo era que terminaba. 

Sueño granizo

Soñé con la caída de granizo. Una lluvia de granizo del tamaño de una pelota de softball, o de hockey, o tal vez más grande. Estaba adentro del auto. Imaginaba los agujeros que tendría la chapa. Pero no me acuerdo si vivía esos momentos con angustia o curiosidad de saber cómo termina una historia. 

miércoles, 17 de agosto de 2016

La vocación de responder con otra pregunta

Está mal visto no tener nada claro, no saber cuál es la vocación de uno, eso que lo apasiona a uno. Nunca tuve idea de cuál era la mía. Es más: nunca creí tener una. Y siempre pensé que eso era algo malo. Como una falla. Como un molesto ruido afuera: no puede ser que no haya nada que, de verdad, te apasione. Y ahí entró la filosofía. La pregunta o la respuesta.  Es fácil dar una respuesta. Lo difícil es encontrar una buena pregunta. Y una buena pregunta se encuentra siempre atrás, escondida, de otra pregunta que es mejor todavía.

martes, 16 de agosto de 2016

Malas decisiones

Su vida era el cúmulo de malas decisiones. No había por qué pensar que la última no sería otra mala decisión. Como una bola de nieve que cae por la ladera de una montaña y se agranda acumulando más y más y más nieve. Había cerrado la boca hasta casi desaparecer, la había abierto hasta emborracharse de comida. Se había casado, tenido hijos, separado y ya había dejado de creer que todavía quedaba gente que la pudiera manipular. Ahora creía que era autosuficiente e independiente cuando apareció una pequeña figura que la haría tropezar de nuevo.

sábado, 13 de agosto de 2016

Noticias viejas

Escuchaba ladridos en la vereda y descubrió que se trataba de un perro enterrado vivo.
Túneles secretos en La Plata, Avenida 51.

viernes, 12 de agosto de 2016

El laburante

El que trabaja, el laburante, hoy es alguien que hace lo que no le gusta. Incluso cuando se supone que uno hace lo que le gusta está eso de que si no cuesta, si no da, justamente, trabajo, no vale.

miércoles, 10 de agosto de 2016

El tren no se mueve

El tren se mueve, el vagón se está moviendo y si no miro al costado no me doy cuenta que avanza porque solo parece que se mueve a uno y otro lado cuando concentro la vista en este vagón y en el que está adelante, ¿o está atrás?

Viejo en el tren

En el tren se me desdibujan las caras. Hay horarios, destinos fijos y seguramente las mismas caras, pero las pierdo. No consigo recordar alguna. Un aire metalizado en el ambiente, los trenes nuevos llegan a horario, en el andén de Retiro, somos ganado, perdimos individualidad. La mente se me va, me disperso sentado la birome se me cae, el pie de un viejo la empuja hacia sí mismo, miro atrás, es muy viejo, y me da un poco de cosa que se haya agachado para buscarme la birome. Me la devuelve con una sonrisa, está rojo, no sé si es porque tiene mucha vida, que es lo que parece o si lo puso así el esfuerzo, como un chico inflando un globo.

martes, 9 de agosto de 2016

El placer del texto, de Roland Barthes

Leo a Barthes y casi nunca entiendo pero este fragmento de El placer del texto es excelente. "El texto que usted escribe debe probarme que me desea. Esa prueba existe: es la escritura. La escritura es esto: la ciencia de los goces del lenguaje, su kamasutra (de esta ciencia no hay más que un tratado: la escritura misma)."