martes, 31 de enero de 2017

La droga alegría

A veces logro un estado que quisiera sostener todo el día. De alegría serena, veo gente y la encuentro increíble, mágica. Sonrío ante escenas cotidianas insignificantes, una familia jugando con su hija menor. Una mujer con peinado rasta mirándola, un flaco, con rulos, morocho, haciendo gestos que me causan gracia. O más bien pienso que podría ser una persona cómica en su vida. Hasta me causa gracia la gente que no entiendo y está en el lugar que creo yo estoy la mayor parte del tiempo. Espero que dure el efecto de la droga de la alegría.

viernes, 20 de enero de 2017

Escritores grasas

Me acordé, supongo que porque ayer en el curso de escritura hablamos sobre un texto de Blaisten (Las cosas que nunca nadie me explicó) de un curso anterior con Diego Paskowski. Él, con ese tono medio pedante y actuado que tiene (no sé bien de cuál de las cosas sobresalía más), se refería a ciertos escritores como Galeano, Benedetti y algunos más que no me vienen ahora a la cabeza (pero creo que eran todos uruguayos) como "escritores grasas". Desde el momento que lo dijo me vino la duda de a qué se refería exactamente con "escritor grasa". Puedo entender que es una persona grasa, tener una idea aunque tampoco pueda explicarme del todo qué significa ser grasa pero escritor grasa no puede figurarme nada. La cuestión es que durante todas las clases tuve la intención de preguntarle a qué se refería pero nunca lo hice. Quizás era solo que tenía un problema con los uruguayos. 

La tecnología aplasta

Ahora ya ni siquiera necesita tener ocupada una mano. Solo unos auriculares y puede hablar y mover las manos libremente. No solo una sola, como antes. Me confunde no sé si me está queriendo decir algo, si habla exageradamente solo, como los locos y los que no se consideran tan así pero son peores, esos que se ven por la calle. En un futuro tal vez perdemos la capacidad de hablar y nos comunicaríamos a través del pensamiento, mediante un chip implantado en el cerebro. El teléfono celular sería eso, un chip incorporado a nuestro cuerpo. No debe faltar mucho para que nos inserten puertos usb en el cuerpo para cargar cualquier dispositivo que después no va a servir para nada porque nuestro propio cuerpo va a terminar siendo un dispositivo tecnológico de avanzada.

miércoles, 18 de enero de 2017

Mirar gente del subte al tren

Una chica baja por las escaleras mecánicas del subte. Necesita apoyar sus dedos en la baranda de goma pegajosa como si de otra forma perdiera el equilibrio. 
En el andén un chico de unos seis años con guardapolvo blanco, sentado en el banco, mueve los pies, da saltos, habla con la mamá, le pide algo, acerca la cara hasta casi pegarla a la de su mamá.
En la salida del subte, ya en Retiro, cinco adolescentes bajan con bolsos y mochilas, uno silba algo que me parece una canción de misa (en la arena...he dejado mi barca...).
Un vagabundo, sentado en el piso, apoya la espalda contra la pared, tiene los dos pies vendados, más arriba de las rodillas, tiene muchas vendas, tapados los dedos de los pies parecen yesos.
Cerca de la boletería una chica con celular parece preguntarme algo con los ojos pero no alcanzo a decirle nada a su boca.
Miró a mi derecha una mujer de unos treinta años llena de granos, o manchas que parecen granos, rojas, grandes, como pecas. 
Al vagón de tren llega un flaco respirando fuerte por la boca, agitado, exagera el movimiento de la boca, cuello, cabeza, descarga fuerza en cada exhalación y treinta segundos después ya se calma y con la mirada perdida revisa el celular cuando escucha un ruido y se distrae.
Una chica con la punta de sus dedos pulgar y mayor se toca los labios, la punta o el borde de los labios inferior y superior. Después con poca convicción intenta comerse una uña. Juega con la mano izquierda, con el pelo, lo enrolla. Está parada, sostiene la bicicleta. Ahora se toca con los mismos dedos la encía. 
El chico agitado se baja, la chica no deja de jugar con sus manos, entrelaza los dedos. Vuelve a juntar, ahora pulgar e índice y se toca el labio inferior, como si quisiera despellejarse la piel muerta que no veo. Mira sus dedos cada vez que deja de tocarse los labios. Colgado del manubrio hay un casco negro que parece de guerra. 
Llega un hombre con una bicicleta verde. Tiene un corte de pelo como Fito Páez, corto abajo y los rulos arriba que caen para cualquier lado. Podría ser también algún Patiño.

La fábrica del ruido

En la fábrica del ruido se hacen productos que aseguran la constante la imposibilidad del silencio, el odio al silencio, la sistemática urgencia de un sonido, de un bufido, resoplido, de algún tic, de palabras repetidas hasta el cansancio, de gestos comunes, de ruiditos molestos que alteran la intranquila mañana en la ciudad de Buenos Aires.

Apología del obispo Bougram de Robert Browning

"Nos interesa el límite peligroso de las cosas. El ladrón honesto, el asesino sensible, el ateo supersticioso". Robert Browning, Apología del obispo Bougram.

domingo, 15 de enero de 2017

Escucha pública

—¿Me lo llevás?...me duele el brazo.
—Excusas no, amigo.

miércoles, 4 de enero de 2017

Gramática de la fantasía de Gianni Rodari

Rodari y su Gramática de la fantasía. Un objeto arrojadizo, palabra lanzada al estanque, la memoria se remueve, enlaza recuerdos que llevan a otros tiempos, que tapan otras cosas al descubrir lo olvidado.

El fingidor

Relato de una cadena interminable de mentiras, protagonizado por el excelentísimo Doctor en Leyes 
Tiene dos doctorados. Pero no se sabe bien todavía en qué. A veces es en tecnología, otras veces...
En un pasado remoto entrevistó a Borges.
Forma o formó parte de la Academia Nacional de Letras.
Un profundo amante de la filosofía.
Un devoto y ferviente religioso que está a cargo de la santificación de la beata Genoveva.
Es asesor del Arzobispado de Buenos Aires.
Tiene un amigo en Phillips pero no se acuerda el nombre.
Asiste al Consejo Nacional de Adopción.
Da charlas en el extranjero (España), dice que expone en esos congresos (nadie sabe bien qué)... 
Tiene un director espiritual que lo aconseja. Le dice: "el problema de ahora es la mala fe". Él está de acuerdo porque hoy la gente traiciona, clava el puñal por la espalda. Gente de grandes apellidos.