lunes, 31 de octubre de 2016

Viaje de mente

En un tren a la noche, en un campo montando a caballo, bajando la escalera, nueve pisos tiene el edificio, techos altos, el ascensor funciona y en la vereda que es ancha hay árboles, no tienen hojas, son jacarandas. No es una adivinanza.
Estoy ahí y acá, sentado en el último vagón, en el piso, puede ser el primero, el piso sucio, un olor a encierro y comida pudriéndose, la luz blanca fría que resalta las machas grises en los vidrios de las puertas del tren, sudor, grasa, marcas de manos, aliento pegado.

Abuela al teléfono en el colectivo

Conversación telefónica en el colectivo de una abuela y su nieto/nieta:
—¿No fuiste a la escuela?
—¿No tenías ganas?
—Qué bárbaro... Así va a aprender, vo, pasame con tu mamá.

miércoles, 26 de octubre de 2016

Juegos y reglas

El sonido es grave, la música, esdrújula como la misma palabra esdrújula, la palabra aguda es grave, la palabra canción, aguda.

El breve espacio

El breve espacio en que no estás acá ni allá. 
El breve momento que dejas de estar acá pero todavía no estás allá.
La vida es una suerte egoísta que la muerte ajusticia.

miércoles, 19 de octubre de 2016

Aversión a ciertos colores

En un camino verde un cocodrilo azul espera el tren. Se cuida de no pisar la senda pintada de amarillo. Mejor mantenerse lejos, no sólo por un gusto personal, no solo por aversión al color. Se trata de seguir con vida. Mezclarse lo mataría, lo pondría verde. Le daría esperanzas. 

La ciudad se deforma

Busco al tiempo en los rincones de la casa.
Trabajo oscuro para un día tan soleado.
Falta comida en el almacén ruidoso.
El motor descansa, el auto no tiene nafta.
La ciudad, a veces, pasea tranquila aunque no sea domingo.
Viajar al interior cuesta más y no porque la nafta sea más cara.
La cara de mi vecino la vi dos veces en estos tres años, la tercera lo vi de espaldas.
Jugar al fútbol convulsiona mi estómago.
Un mal trago, mejor rápido. 
¿Las avenidas se ensancharon antes o después de que el flujo de autos las colapsara?


Escucha cotidiana de una escucha radial

Algo que alguien me dijo que escuchó en una radio: "Las personas inteligentes experimentan altos niveles de creatividad y por eso se les dificulta dormir a la noche".

miércoles, 12 de octubre de 2016

Norteamericanos son yankis y no jodan más

Siempre me jodió y es algo que no puedo soportar cuando hablan de los yankis como americanos, no lo entiendo. Porque encima la gente hace sonar el "americanos" diferente, con un aire de importancia. No es como decir sudamericano que suena a sudaca, a cloaca. Americano suena a capucchino. Y no sé si me molesta más que a muchos no les moleste. Un poco de dignidad, por favor, de pertenencia y apropiación. Que nos devuelvan el americanismo por lo menos. Se merecen el despectivo yankis. Está bien, de última, si patalean mucho, norteamericanos y que se arreglen con los canadienses. Yo les voy a seguir diciendo: fuera yankis. Y si por las dudas algún espía secreto imperialista está leyendo esto no se preocupe, estoy muy lejos de simpatizar con el Isis.

Frases motoqueras

Frase en la calle. Dos tipos en una vereda, sentados en el escalón de la entrada de un edificio. Uno le dice al otro: "Es fundamental...tenés que conocer a tu moto más que a tus propios calzoncillos". Con demasiada gravedad, sin ningún atisbo de ironía. 

viernes, 7 de octubre de 2016

Veteranos de Guerra de Malvinas

Afuera en el palacio de Tribunales están los veteranos de Guerra de Malvinas. Mucho ruido, petardos. Me acuerdo de entrevistas a ex-combatientes que en la época de fin de año al escuchar fuegos artificiales decían que instintivamente buscaban un lugar donde esconderse. Acá, ahora, no dejó de escuchar petardos.

miércoles, 5 de octubre de 2016

La psicopatía enaniza o el enanismo psicopatiza

Una persona que se puede soportar apenas un segundo y gracias. Podría caerte, en una de esas, simpáticamente enfermo. Parecerte, incluso, minuciosamente particular; lo que, a veces, se dice un personaje. Atendiendo además a su risueña corta estatura que le da aspecto de enano de jardín o maligno duende avaro. Puede alguien cultivar esas amistades vacuas y siempre interesadas u obligadas, que en breves diálogos no se alejan de lugares comunes, de frases hechas, repetidas día tras día tras día como un ritual. El propósito de todo ritual es fijar en la mente algo para que nadie pueda venir después a contradecirlo. Ni la realidad, ni otras personas, pero, sobre todo, ni siquiera uno mismo. Cualquiera rasca, hay una cáscara vacía, no hay más que eso, palabras incorpóreas. Como la ostia. Como las frases que uno está obligado a repetir en una misa. Neuróticos estímulos, psicóticas actitudes de una persona que nunca hace otra cosa más que espamento, alharaca. Humo, puro humo y actuación, un repetido papel que recuerda a El día de la Marmota pero al revés. En vez de ser el protagonista quien se da cuenta que vive una y otra vez el mismo día es el resto de la gente. Él cree que todos los días son una aventura sin igual, o quizás que todos los días presentan un desafío, una batalla, como si el peligro acechara en cada esquina de la ciudad y aferrarse a las mismas frases dichas una y otra vez, exactamente las mismas palabras y el orden que facilita la dicción, le permitieran sobrevivir, anclarse en un presente absoluto y protegido. Como si las frases repetidas lo acunaran como, tal vez, nunca lo hizo su madre.

lunes, 3 de octubre de 2016

Mirada pública

Alguien camina, cruza la calle, habla por teléfono y con la mano que tiene libre gesticula, como si le explicara o mostrara a la persona con la que habla lo que quiere decirle. Levanta el brazo, abre y cierra la mano. Me acordé de la canción para chicos...le faltó guardarla.
Unos balcones parecen injertados en el frente de una casa. La pared de ésta está despintada, de un color que parece por un momento como el ladrillo, pero es casi un manto de color marrón. Los balcones blancos. Y sobre una ventana, donde no hay balcón, un toldo verde viejo, de local. Todo parece abandonado.
Un mosquito se perdió en este frío invernal.