miércoles, 19 de octubre de 2016

La ciudad se deforma

Busco al tiempo en los rincones de la casa.
Trabajo oscuro para un día tan soleado.
Falta comida en el almacén ruidoso.
El motor descansa, el auto no tiene nafta.
La ciudad, a veces, pasea tranquila aunque no sea domingo.
Viajar al interior cuesta más y no porque la nafta sea más cara.
La cara de mi vecino la vi dos veces en estos tres años, la tercera lo vi de espaldas.
Jugar al fútbol convulsiona mi estómago.
Un mal trago, mejor rápido. 
¿Las avenidas se ensancharon antes o después de que el flujo de autos las colapsara?