martes, 16 de agosto de 2016

Malas decisiones

Su vida era el cúmulo de malas decisiones. No había por qué pensar que la última no sería otra mala decisión. Como una bola de nieve que cae por la ladera de una montaña y se agranda acumulando más y más y más nieve. Había cerrado la boca hasta casi desaparecer, la había abierto hasta emborracharse de comida. Se había casado, tenido hijos, separado y ya había dejado de creer que todavía quedaba gente que la pudiera manipular. Ahora creía que era autosuficiente e independiente cuando apareció una pequeña figura que la haría tropezar de nuevo.