miércoles, 10 de agosto de 2016

Viejo en el tren

En el tren se me desdibujan las caras. Hay horarios, destinos fijos y seguramente las mismas caras, pero las pierdo. No consigo recordar alguna. Un aire metalizado en el ambiente, los trenes nuevos llegan a horario, en el andén de Retiro, somos ganado, perdimos individualidad. La mente se me va, me disperso sentado la birome se me cae, el pie de un viejo la empuja hacia sí mismo, miro atrás, es muy viejo, y me da un poco de cosa que se haya agachado para buscarme la birome. Me la devuelve con una sonrisa, está rojo, no sé si es porque tiene mucha vida, que es lo que parece o si lo puso así el esfuerzo, como un chico inflando un globo.